La pandemia mundial del Cov-19, tuvo un impacto negativo en diversos sectores de la población. En el caso de las personas adultas con discapacidad o dependencia, la situación ha sido más extrema si cabe, detectándose un importante deterioro derivado del tiempo en que los recursos de atención a la dependencia permanecían cerrados o con atención limitada. Bajo estas premisas se diseñó este proyecto para trabajar las habilidades sociales de las personas con diversidad funcional. Además, se pretendía crear espacios virtuales de encuentro con el fin de que no perdiesen el contacto entre ellos/as, pues las actividades de ocio y tiempo libre, así como los entornos de convivencia donde solían reunirse se veían seriamente mermados. Para ello, se le cedió a cada uno/a todo el material técnico necesario (tablets compradas en MediaMark, fundas…) para que todos/as pudiesen conectarse.